Este partido tiene varios significados más allá de lo futbolístico. Está claro que no es un amistoso, los jugadores tienen que reivindicarse después de estrellarse en el Mundial y tampoco lo es para Batista. Podría suceder que una victoria ante Espa?a, la campeona del mundo, le diera al técnico, en situación de interino, un argumento para seguir dirigiendo a la albiceleste. Aunque con una derrota, le invitarían a marcharse. La afición argentina está desilusionada con su equipo y está volcada con el juego de la Selección espa?ola. De ponerse por delante en el marcador, Espa?a será muy aplaudida en el Monumental. Precisamente, hace mucho tiempo que no se llenaba el estadio de River en un partido amistoso y que no se hacía esa recaudación.