Los que pensaban que la llegada de Sandro Rosell a la presidencia del Barça comportaría un alejamiento del club respecto a Catalu?a por oposición a los planteamientos nacionalistas de Joan Laporta, pueden estar tranquilos. La nueva junta del Barça ha entendido a la perfección qué es lo que se espera de cualquier institución catalana en los tiempos que corren: pedir un estatut. Así lo han hecho y la entidad blaugrana afrontará su tercera remodelación de estatutos en nueve a?os. Ni Venezuela.