En una portería del Bernabéu su inquilino habitual, considerado el mejor del mundo para muchos e indiscutible en la Selección. Su momento de forma no es el mejor, pero le sobran argumentos para que nadie discuta su hegemonía. A los grandes se les exige mucho, porque dejan acciones para el recuerdo y siempre se les pide una más. En la otra un gran portero, por condiciones y edad, capacitado para dar un golpe de estado en la Selección en un futuro. Para ello debe continuar su progresión y no perder la capacidad de mejora que posee.