No hubo historia. Espa?a aplastó a Polonia y no concedió opción a la sorpresa desde el 0-7 inicial. No sólo no falló sino que envió un mensaje a sus rivales en los cruces: recupera el pulso y tiene otra vez cara de favorita. Gasol y Navarro dirigieron la mejoría de un equipo que se reencontró en defensa y en ataque ante, eso sí, una Polonia limitada y fundida por su escasa rotación. Ma?ana, ante Francia, llega la prueba definitiva contra, esta vez sí, un rival de primer nivel.