Partido sin tensión competitiva en Son Moix. El Mallorca se impuso a un Barça en el que sólo había un jugador de los teóricos titulares de cara a la final de Roma: Samuel Etoo. Guardiola dio minutos al camerunés, que marcó un gol y pudo hacer varios más, penalti incluido, que le hubieran servido para dar un paso de gigante en su lucha individual por el Pichichi y la Bota de Oro. El Barcelona, ya campeón, se queda a tres goles de superar los 107 del Real Madrid 89/90.