Lentísimo, monótono, desesperante. Esperaba el debut de Colombia ante Perú con ilusión, con la mirada puesta en el prometedor delantero Nazarith y en Reina, un centrocampista de muy buena visión de juego que llegó al Cruzeiro brasile?o como futura estrella. Pero Colombia decepcionó, con un juego al trote con los mediocentros Ibarbo y Blanco, a veinte por hora y sin arriesgar lo más mínimo. Un ritmo tal que durmió a los peruanos y a todo el que estaba viendo el partido, de largo el peor de lo que llevamos de Suramericano. El racinguista Ismodes por fin fue titular, pero casi ni se le vio.