Los de Joan Plaza ganaron uno de esos partidos en los que la derrota está vetada y lo hicieron con una actuación de menos a más, desde un primer cuarto impecable a muchos minutos desastrosos y un final de infarto con intercambio de triples, el decisivo de Marko Tomas. El triunfo coloca al equipo blanco como favorito para la segunda plaza de un grupo en el que el CSKA parece ya inalcanzable.