El Sevilla no dio lugar a la duda y no falló ante el Espanyol (3-1) en el Pizjuán. Los de Juande fueron muy superiores, pero les costó un mundo abrir la lata. Tras una primera parte para recordar, los hispalenses tuvieron que esperar hasta el tramo inicial del segundo asalto para llevar la sonrisa al Nervión. Puerta y Chevantón, en dos minutos, destrozaron las ilusiones 'periquitas'. Coro dio algo de vida a los suyos y Martí, con un extraordinario zurdazo, se encargó de enganchar definitivamente la victoria. El Sevilla cumplió su papel.<img src="http://feeds.marca.com/~r/marca/1adivision/~4/112898183" height="1" width="1"/>

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